miércoles, 26 de agosto de 2009

Los números del Crimen

“No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad.”.- Aristóteles.


Todos los mexicanos estamos hartos de los elevados índices de criminalidad en México, de eso parece que no hay duda. Tampoco se puede dudar del esfuerzo tan grande que ha mostrado Felipe Calderón en la guerra contra el crimen organizado.

De hecho últimamente ha recibido muchas quejas que van desde grupos que no les parece que el ejército haga la función de la policía hasta algunas voces que señalan que durante este proceso de lucha se han atropellado los derechos humanos. Como decìa Cervantes "Si los perros ladran..."

Los grupos periodísticos más importantes del país vienen, de un tiempo para acá, publicando varias estadísticas, que muestran; el numero de ejecutados, secuestrados, desaparecidos, etcétera. Para muestra, ahí les va:

De acuerdo al Grupo Reforma en el 2008 se registraron 5,207 ejecuciones, cuando en el 2007, la suma fue de 2 mil 275 y en e l 2006 de 2 mil 120.
De acuerdo al CIDAC, siete entidades del país (Chihuahua, Sinaloa, Guerrero, Durango, Baja California, Oaxaca y Estado de México) se encuentran entre los lugares más violentos del mundo, apenas por debajo de Sudáfrica y Venezuela, y muy por encima de Estados Unidos.

De hecho, yo no sé ni porqué me molesto en publicar estadísticas, ¿A cuántos de ustedes les ha tocado si no sufrir, al menos presenciar crímenes? ¿Cuántos conocidos tienen que han sido, robados, secuestrados y hasta asesinados? ¡Pero si parece que nadie habla de otra cosa!

Tan es así, que hasta dudaba sacar un artículo sobre el crimen y la inseguridad en nuestro país, por temor a aburrirnos hasta la saciedad con la misma cantaleta.

Pero óigame usted, ahora resulta que el mismismo Felipe Calderón dice la cosa no es para tanto. Luego de su regreso de Brasil, hasta se puso a regañar públicamente a aquellos que hablan mal de México y que hacen PARECER que el país está descontrolado. Luego, como todo buen economista, salió con que el índice de homicidios en México es mucho menor que en muchos lugares. El ìndicador al que se refiere el Presidente y algunos miembros de su gabinete es el número de homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes.

Tal parece que luego de las elecciones federales, el PAN, preso de temor a perder la presidencia, ahora nos quiere pintar un país más bonito. No se vale.

Decir verdades a medias es engañar, y esto es lo que hace el gobierno federal ahora, pretendiendo tapar el sol con un dedo mientras las calles del país están llenas de efectivos del ejército, que intentan, casi de manera desesperada poner algo de control y seguridad en nuestro país.

Engañar con números y con estadísticas parciales es muy fácil, al hablar de “homicidios intencionales por cada 100 mil habitantes", se omiten todos los desaparecidos, los secuestrados que "la libraron", los robos con mano armada, etc. Ninguna de estas omisiones aparecen en las "cifras presidenciales".
D esta forma comparan al México actual con el de hace 15 años y con Louisiana y otros lugares para afirmar que en México no es tan peligroso como se dice. Ignoro como sacaron la cifra, y ya hasta miedo me da ponerme a investigar. ¿Estarán contando todos los homicidios que tienen sin resolver? Porque después de todo, si el caso no se ha cerrado no se puede confirmar que hubo intención ¿No? Nomás eso les falta decir.

Felipe Calderón es un hombre sumamente inteligente, de eso no me cabe la menor duda. Estoy seguro que él sabe y reconoce la triste y espantosa verdad en la que vivimos. De otra forma no se pudiera explicar el esfuerzo que sigue haciendo para acabar con este problema. Pero ocultar la verdad con fines políticos no le ayuda, ni a él, ni a su causa y mucho menos a los mexicanos.

Los números del crimen, todos los sabemos señor Presidente y estoy seguro que si realiza una encuesta se dará cuenta que estamos con usted en esta lucha. ¿Quiere sacar números? Hágala.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Gobierno Irresponsable

El 18 de Agosto del presente, Felipe Calderón desde Brasilia declaró que en México habrá un severo plan de austeridad. Esto lo dijo como medida preparatoria a las negociaciones que habrá que tener con los legisladores de cara al Presupuesto de Egresos del 2010.

Apenas unos días antes y esta vez en México, el Presidente anunciaba con bombo y platillos que la crisis estaba quedando atrás y que el empleo (“insuficiente si se quiere”) se estaba recuperando en México. Esto evidentemente es una falacia. La mayoría de los mexicanos, sobre todo a los que nos han tocado ya varias crisis (¿Acaso alguna vez alguna terminó?) sabemos de sobra que el empleo es lo último que se recupera luego de una crisis.

La realidad es que la crisis continua, aunque efectivamente parece irse atenuando en estos últimos meses, sin embargo, también es cierto que los graves efectos de ésta apenas están por sentirse. El principal problema es la inminente bancarrota del gobierno. Al percibir menos ingresos por impuestos y con la caída en el precio del petróleo, literalmente, ya no encuentran la puerta.

Ahora bien, la propuesta del Presidente según las últimas declaraciones del Secretario de Hacienda y de él mismo, va a contener 3 ejes principales:

1.- Una reforma fiscal (otra vez el mismo cuento)
2.- Reducción del gasto federal.
3.- Presentar para su autorización, un presupuesto de egresos con déficit.

¿Qué significan realmente estos tres planteamientos?

Reforma Fiscal. En México, reforma fiscal significa subir los impuestos, o al menos tratar de hacerlo (¿Verdad Vicente?) Esto es, subir los impuestos a los trabajadores asalariados y subir los impuestos al consumo. No hay más. No porque no existan más opciones, no porque no hubiera mas “tela de donde cortar” en México, si no simple y sencillamente porque ningún partido, y menos ahora que nunca, está dispuesto a “pagar” el posible costo político que esto pudiera significar.

Veamos, dudo mucho que el PAN se atreva a meter en cintura a todos los que en México no pagan impuestos o no pagan lo que deberían de pagar, esto le significaría la posibilidad de un desastre electoral mayor al que ya tuvieron en las pasadas elecciones y esto no puede significar otra cosa que perder la Presidencia de la República. ¿EL PRI? No lo creo, tal parece que más bien se están preparando para darle con todo al Presidente en lugar de estar pensando en una solución. ¿No me cree? Todavía no se propone nada y el diputado electo Oscar Levín, presidente de la Comisión de Presupuesto y Fiscalización del PRI, declaró que su partido no elaborará ninguna propuesta de reforma fiscal porque según sus propias palabras “Nosotros somos nada más mayoría de oposición, no somos Gobierno, entonces a quien le toca proponer la reforma fiscal es al Gobierno, y a nosotros analizarla, porque ninguna oposición en el mundo ha hecho una propuesta de reforma fiscal, y menos de aumento a los impuestos. El proyecto debe venir del Ejecutivo, que no haya confusión" y todavía remató “esas no son tareas que les corresponden a las oposiciones, las finanzas le corresponden a los gobiernos, y el Gobierno federal es del PAN".

Mi querido Oscar, aquí entre nos, el único confundido eres tú que no sabes cuál es tu chamba y qué país es el que te paga el sueldo.

El PRD ha dado varias declaraciones también, pero como ya sabemos Chucho dice una cosa y sus compañeros otra y al final no se les entiende nada.. Del resto, poco que decir, y al Verde ni le preguntan porque luego los “chamaquean”.

En resumen, esto no pinta bien. Aumentar impuestos a los trabajadores por más vueltas que le den, de ninguna manera incentivará al empleo ni solucionará los problemas de fondo que tiene el país en materia fiscal Pero si además de lo que parece tratarse el asunto es de iniciar una guerra política entre el gobierno federal y el legislativo (Lo siento Oscar en la escuela que yo fui me enseñaron que el gobierno en México estaba dividido en 3 poderes, no sé a que escuela fuiste tú, por cierto ¿fuiste?)

Reducción del gasto federal. "Y nos volvimos locos", en plena crisis y luego de que el gobierno se queda sin dinero al Presidente se le ocurre la magnifica idea de reducir el gasto federal. ¿En dónde vive el señor? Para eso no necesita ni permiso ni esperarse a que el agua le llegue al cuello. Lo que es más, esto lo había prometido Fox y tampoco lo cumplió, ¿Qué están esperando?

Presupuesto con Déficit. Otra medida impopular. A ver, cuando el gobierno necesita gastar más dinero del que piensa recabar, no necesita estarlo negociando con los diputados, el plan de ingresos y egresos debe de explicarse solo. Si el gasto que realizará el gobierno es para construir escuelas, incentivar el empleo, invertir en infraestructura y reactivar la economía, no debería de tener muchos opositores, El problema es que en México la palabra “déficit” le da miedo a los políticos, sobre todo a los del PAN que por años criticaron a los gobiernos del PRI por pedir dinero prestado que a la postre no se usó adecuadamente. Pero el problema no es pedir prestado, el problema es lo que el gobierno hace con el dinero prestado. Pero nuevamente, el costo político parece ser el temor más grande de México.

En resumen, con un gobierno federal temeroso del posible costo político que pudiera conllevar el proponer y empujar las medidas y reformas que necesita el país, sumado a un Congreso de oposición a la expectativa de tomar ventaja de estos costos a través de declaraciones “MONUMENTALMENTE ABSURDAS” (Esto lo digo yo), no se vislumbra en México un mejor panorama que lo que vimos al final del sexenio de Fox en el cual, las cosas salieron mal y en lugar de corregirlas, dedicamos el tiempo a echarnos la culpa unos a otros, irresponsablemente.

jueves, 6 de agosto de 2009

Zelaya en México


Con que así son las cosas, el depuesto (por no decir “corrido como la chacha”) Presidente de Honduras, Manuel Zelaya le dio por visitar México.

Todo pareciera indicar que el hoy ex presidente del vecino país se fue muy contento. A mí en lo personal me da muchísimo gusto. Qué bueno que el Felipe Calderón lo haya recibido en Los Pinos como jefe de estado. Qué bueno que Marcelo Ebrad le haya hecho tremendo homenaje en donde sin reparo le llamó “Presidente legítimo y legal de Honduras”, vaya hasta las llaves de la ciudad le entregó y ya para “cerrar con broche de oro” el Congreso también lo recibió con honores de jefe de estado.

Todo lo anterior debe tener muy contento a don Manuel, eso sin contar con que desde que lo “chispojearon” de Honduras, tuvo el apoyo inmediato de los grandes iconos de la democracia latinoamericana; Hugo Chávez y los hermanos Castro (los príncipes de Cuba no se hagan ilusiones) quienes inmediatamente se rompieron las vestiduras y maldijeron el atroz golpe de estado.

Insisto Zelaya debería estar muy contento, pero no lo creo. Manuel Zelaya no es tan tonto. Sabe perfectamente que no es más que una marioneta de Hugo Chávez, sabe perfectamente que Raúl Castro baila al son de Chávez y que su hermano ya no sabe ni lo que dice.

Pero sería aun más tonto si no supiera que vino a México a que lo manoseara todo el mundo como curiosidad política y simplemente para venderle a los mexicanos que aquí todos somos bien demócratas.

Supongo que además debería sospechar que la mayoría de los mexicanos ni siquiera saben en qué circunstancias ocurrió el “golpe de estado” ni conocen la Constitución de Honduras para saber si fue legal o no fue legal su salida del gobierno.

Además, por Dios, ¿Qué tipo de apoyos se lleva Zelaya de México? ¿chiles en nogada?

Lo que si sabe Zelaya es que en Honduras no lo quiere ni su perro. La Suprema Corte de Justicia ordenó su destitución por TRAICIÓN A LA PATRIA. Legal o no, el señor sabe que ahí no hay quien le tire un suspiro.

En el Congreso no lo quiere ninguno de los dos principales partidos políticos o sea ni liberales ni conservadores.

Las Fuerzas Armadas, tampoco lo quieren y menos el General Vásquez a quien destituyó por negarse a ayudarle a realizar la consulta bajo la cual se quería reelegir, cuanto la Suprema Corte, el Fiscal General y el Tribunal Supremo Electoral declararon dicho proceso como anticonstitucional.

Así que en conclusión Zelaya tiene de contento lo que tiene de tonto.

P.D., Marcelo si yo fuera tú cambiaba la cerradura de la ciudad.